¡Irreversible libertad!
“La libertad sin oportunidades es un regalo endemoniado y negarse a dar esas oportunidades es criminal”, Noam Chomsky.
Decía Noam Chomsky en una sutil crítica hacia el capitalismo más liberal, que la libertad sin oportunidades es un regalo endemoniado y que negarse a dar esas oportunidades es criminal. Ciertamente el capitalismo es un sistema económico y social imperfecto, que crea desequilibrios de manera constante, pero que hasta la fecha es el sistema económico que más prosperidad ha traído a la civilización del ser humano.
¿A qué se debe el principal factor de éxito del capitalismo? von Mises lo explica muy bien en su obra ‘la acción humana’, y es precisamente el espíritu creativo del ser humano el que ha logrado todos los avances tecnológicos de la evolución que como especie, hemos tenido. Es el incentivo lo que despierta nuestros genes inquietos, y es la necesidad la que provoca que todo el caudal de talento intelectual que tenemos como ser humanos se ponga a disposición del bien común a través del conocimiento. Este fenómeno de manera sistemática crea desarrollo y prosperidad.
En tesis más avanzadas y argumentadas deberíamos de explayarnos de manera notable acerca del consumo, el libre mercado y la competencia como factores elementales para crear el incentivo y por otro lado, el intervencionismo como un ente desincentivador. En esta parte de la ecuación, aparece la perturbable inquietud del ser humano hacia el corruptible poder, origen y final de la destrucción de todas las civilizaciones que se han levantado a lo largo de la historia de la humanidad.
En Blackbird Bank siempre nos hemos definido como anarcocapitalistas, libertarios y fervientes creyentes de la escuela austríaca de economía, en especial desarrollada por dos mentes privilegiadas como son Murray Rothbard y nuestro querido don Jesús Huerta de Soto. Ambos economistas abanderan la idea de la existencia de la Ley antes que la existencia del propio Estado y defensores de la propiedad privada por encima de lo demás. Al final el concepto es simple, cuando tu te esfuerzas por conseguir tus objetivos, tarde o temprano recoges tus frutos y no dependes de nadie. Cuando no tienes objetivos y no contemplas entre tus valores la meritocracia, entonces tu aspiración es que las cosas vengan dadas. Esta injusticia social es lo que se defiende a través del Estado y la justicia social, que visto lo visto ni es justa ni es social.
El Estado debe ser un ente al servicio del pueblo, pero se ha consolidado en las “democracias desarrolladas” como una pantomima electoral a merced de los intereses del político de turno. El Estado expuesto de esta forma no simplifica la vida de sus ciudadanos, más bien se centra en expropiar de manera coercitiva a sus centros de producción con tal de aferrarse al maldito poder. ¿Acaso conocen algún líder político que haga uso de las ayudas sociales por necesidad? No les es necesario. Como se encargaron de recordarnos en esta última campaña electoral, ¿recuerdan? “La señora vicepresidenta tiene una agenda muy llena dedicada a mejorar la vida de la gente”, por lo tanto para el poder, la norma no aplica. Cuanto menos, revelador.
La victoria electoral de Javier Milei va mucho más allá de sus mensajes en cierto punto populistas. La teatralidad forma parte del show mediático en el que se han convertido las elecciones, pero más allá de la motosierra y de ver un personaje que aparenta más ser una estrella del ‘rock and roll’ que un presidente del gobierno, Javier Milei es un brillante economista, sincero para con sus ideas anarcocapitalistas y con una hoja de ruta muy, pero que muy clara. La brutal campaña política y mediática que estamos viviendo en las sociedades socialdemócratas o en las dictaduras bolivarianas son claramente una declaración de intenciones. Pedía mucho ánimo ayer Yolanda Díaz al pueblo argentino, que según ella siente incertidumbre y miedo. Tal vez se confundió, habría sido más adecuado sustituir “pueblo argentino” por “camaradas”, probablemente la intención se habría entendido mejor. Normal que la cuarta fuerza política de España se haya confundido en que la democracia va de que gobierne el que más votos tiene. Pero para el 56% de los argentinos, yo incluida, lejos de ser un día de miedo e incertidumbre, ¡es un día para la esperanza!
Dejemos clara una cosa y que prevalezca en el tiempo. J. Milei no es un político de extrema derecha, ni de derechas si quiera, es LIBERTARIO y en concreto, anarcocapitalista. Esta propaganda barata del sanchismo que se la trague quien quiera, a mi no me van a manipular, obviamente. Alguien debería recordarles que si existe alguna extrema derecha (extrema derecha: autoritario, conservador y nacionalista) en España, esa es Junts. Milei como anarquista del capital privado defiende la tesis de la reducción del Estado a la mínima expresión y en parte, que esto suceda en Argentina es sin duda un regalo para toda la sociedad. Argentina es un Estado azotado por la socialdemocracia intervencionista, que se ha visto hundido en la más absoluta miseria siendo una de las principales economías del mundo en el arranque del siglo XX.
Este experimento libertario no puede venirnos mejor para poder comparar los efectos de la casta intervencionista con las soluciones de lo que la propaganda bananera del kirchnerismo llama un “salto al vacío”, vacías nos dejaron las arcas del Estado ella y sus camaradas. Y es que lo que quiere implementar Milei es la reducción del Estado a 7 ministerios, la erradicación del banco central y la dolarización de la economía argentina, la defensa de la propiedad privada y poner a Argentina a trabajar. Lo que él llama, ¡despertar leones! en realidad es incentivar sin parar mediante un Estado ágil, que simplifique la burocracia, que reduzca los impuestos y que atraiga al capital internacional. Prepárense para una campaña amoral y desternillante de las sociedades llamadas progresistas, puesto que como quedó claro con la investidura, aquellos que no pueden lograr entender cómo alguien puede renunciar a ser presidente del gobierno, dudo que comprendan que alguien pueda renunciar al Estado. Pero si superamos la fiebre inicial de la implementación de las medidas libertarias de Javier Milei, al ritmo que vamos, no descarten que en una década los que emigremos a la Argentina, sean ahora los españoles.
Chomsky por lo tanto, cuando hablaba de que la libertad sin oportunidades es un regalo endemoniado lo exponía probablemente al albur de la dependencia al Estado y de no entender que la falta de oportunidades no suelen ser causa de la misma, más bien del constante intervencionismo de papá Estado, que desincentiva y penaliza, siempre. Al final el mismo Noam sabía que los gobiernos nos manipulan en 5 etapas, ¡agarrense!; la distracción, el problema y solución, la gradualidad, las reacciones emocionales y la propaganda cultural.
Y no es que el Estado sea perverso en sus principios fundacionales, lo es por su propia naturaleza corruptible y desde luego, si atendemos a la gradualidad de esa imperiosa necesidad de ponernos palos en las ruedas de manera constante para justificar su propia existencia, creando así dependencia de la mejor y única manera que saben hacerlo, generando miseria. Sé de lo que hablo, Soy Argentina y emigrante por tal causa. Dicho todo lo cual, por este motivo señoras y señores la victoria de Javier Milei no es la victoria de la extrema derecha de la Argentina, con la cual jamás comulgaría. Es la victoria de la libertad ante el constante acoso y veracidad expropiadora del Estado. ¡Felicitaciones Argentina! Después de 40 años de corrupción, por fin ya no hay excusas para el cambio.
¡Viva la libertad carajo!
Gisela Turazzini, Blackbird Bank Founder CEO